X Jornada Técnica de Prevención y de Atención a Adolescentes en Riesgo
El martes 10 de octubre, expertos en la atención de niños y adolescentes debatieron, en el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, las causas de una hipersexualización cada vez más precoz en las chicas y chicos, la falta de conocimiento y control por parte de las familias , y las posibles consecuencias en su salud emocional.
«Internet no ha inventado la pornografía pero la ha multiplicado entre los más jóvenes»
¿Qué efectos y disfunciones emocionales pueden ocasionar los impactos sexuales que reciben niños y jóvenes? ¿Qué secuelas deja el consumo de pornografía a los adolescentes? ¿El modelo actual que reciben los adolescentes en relación al sexo ya la sexualidad es inevitable? ¿Es posible una formación afectivo sexual generada desde la familia y la escuela?
Éste fue el punto de partida de la X Jornada Técnica de Prevención y de Atención a Adolescentes en Riesgo, que organizó la Fundación Portal en colaboración con Amalgama7 y el Colegio de Médicos de Barcelona. Bajo el título “Adolescentes hipersexualizados : ¿una expresión de malestar emocional?” se analizó, reflexionó y debatió sobre este emergente social con la participación de profesionales, de diversos campos del conocimiento, especializados en la atención infantojuvenil. La jornada tuvo lugar el 10 de octubre, de forma telemática con inscripción previa, a partir de las 9:30 horas desde el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona.
Los jóvenes se inician en la pornografía entre los 8 y los 12 años
La Fiscalía General del Estado revela un «alarmante» aumento del 116% de agresiones sexuales cometidas por menores. Si en 2017 se abrieron 451 causas, en 2022 se han abierto 974 causas.
Según los estudios de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD) y Save de Children , la visualización de pornografía se inicia entre los 8 y los 12 años. Además, en edades más avanzadas, entre los 13 y 17 años, siete de cada diez adolescentes consumen pornografía. El conocimiento que tienen los padres y madres en relación a este consumo es muy pequeño, y sólo uno de cada tres adultos supervisa la actividad de sus hijos en internet, las redes sociales y los videojuegos.
La pornografía no es homogénea. No toda es igual.
En los estudios de Amalgama7 se ha tipificado en 3 tipologías, a saber:
- La convencional.
- La de la humillación y el dolor.
- La de los colectivos vulnerables.
El 78% de las chicas y chicos atendidos en Amalgama7 (16,7 años de media) manifiestan haber visionado imágenes clasificables en los tres tipos descritos.
Los datos obtenidos también revelan que los adolescentes y jóvenes que visionan pornografía frecuentemente tienen tendencia a realizar más prácticas de riesgo, tales como: compartir fotografías o vídeos íntimos, acceder a plataformas, a citas a ciegas, o, incluso, a dejar de realizar actividades cotidianas para dedicar más tiempo al consumo pornográfico. Sin embargo, la percepción de riesgo que tienen estos adolescentes y jóvenes es baja o nula. ¿Es posible un consumo responsable de pornografía?
Jordi Royo Isach es vicepresidente de la Fundación Portal, psicólogo clínico y director clínico de Amalgama7, aseguró que muchos de los jóvenes atendidos relatan experiencias, impactos y percepciones muy alejadas de la práctica de comportamientos sexuales saludables. Considera que este consumo precoz de pornografía y la falta de educación sexual en la familia y en la escuela facilitan el fomento de ideas y de emociones, en relación al sexo y a la sexualidad, basados en la violencia hacia las mujeres y en estereotipos negativos de género . Royo añadió que «Internet no ha inventado la pornografía pero la ha multiplicado entre los más jóvenes».
Programa y formato de la jornada
La X Jornada Técnica de Prevención y de Atención a Adolescentes en Riesgo , que llevó por lema “Adolescentes hipersexualizados : ¿una expresión de malestar emocional?” se ha basado en un debate transversal protagonizado por especialistas de los campos de la salud, salud mental, escuela, justicia, policía, servicios sociales, entidades del tercer sector y empresas tecnológicas. Su objetivo no ha sido sólo el análisis y la difusión de conocimientos, sino la elaboración de propuestas cuyo objetivo es la mejora de la salud emocional de los adolescentes y de sus familias.